Como buscar un buen Educador Canino

Cuando es necesaria la ayuda de un Educador Canino para solventar algún problema de comportamiento de nuestro perro, suelen asaltarnos diferentes dudas y más en una profesión como es la Educación Canina, profesión no reglada oficialmente, donde hay muchos educadores sin formación suficiente y trabajando con perros con métodos anticuados y no respetuosos con el animal.

Preguntas como ¿a quien acudo? ¿Este será de fiar? ¿Donde habrá aprendido el otro? serán las que nos asalten sin saber muy bien como solventarlas ni saber a quien acudir para que nos ayude.

Desde la web de la Asociación Española de Educadores Caninos en Positivo (AEEC) nos proponen unas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de contratar los servicios de un Educador Canino:

1. Que trabaje en positivo.


Conocer su opinión con respecto a la educación en positivo y su forma de trabajar con el perro, antes de contratar sus servicios. Podemos comprobar si el educador canino pertenece a alguna Asociación de trabajo en positivo.

2. Que disponga de una buena formación especializada.

Ver currículum, cursos de educación y comportamiento canino, seminarios especializados, experiencia en el sector.

3. Que esté actualizado en materia de educación canina y conozca las últimas tendencias.

Comprobable a través de su currículum, viendo si realiza cursos y seminarios periódicamente.

4. Que tenga experiencia demostrable.

Referencias de otros clientes o empresas, página web con información sobre otros trabajos, fotografías, participación en competiciones relacionadas con el mundo del perro, etc.

5. Que desde un principio explique la forma de trabajo.


Metodología, duración aproximada de las sesiones y del proceso, lugar de trabajo.

6. Disponer de referencias sobre su trabajo.

Consultar a veterinarios, clientes, otros educadores caninos, buscar información en internet o consultar en la base de datos de la Asociación de Educadores Caninos en Positivo.

7. Que sean especialistas en la materia que necesitemos.

En función de la necesidad del cliente, si el servicio está dirigido a un cachorro, a tratar problemas de comportamiento, a desarrollar una educación básica, o para cualquier otra modalidad de entrenamiento.

8. Que trabaje siempre en presencia del dueño y le explique claramente cómo trabajar con el perro.

El adiestramiento está dirigido a que el dueño pueda comprender mejor a su perro, conozca sus motivaciones, fortalezca su vínculo y para ello debe participar activamente en el proceso de aprendizaje de su perro. Cualquier miembro de la familia que quiera participar será bienvenido, todos los miembros de la familia deben trabajar de forma correcta para educar a su compañero.

9. Que nunca utilice material dañino para el perro.

Como por ejemplo: collar eléctrico, collar de púas, etc., y nos informe de los materiales más adecuados para trabajar con nuestro perro. El enfoque debería ser el de disfrutar aprendiendo en las sesiones, tanto para el perro cómo para el dueño.

10. Que el servicio tenga una buena relación calidad / precio.

Sería recomendable que se diera la oportunidad de pagar el proceso educativo por partes según se vaya avanzando. Esta es una de las garantías sobre la profesionalidad del educador canino que se puede ofrecer, para que el cliente decida si quiere continuar una vez iniciado el trabajo.

11. Que se ofrezca para aclararnos dudas incluso una vez finalizado el adiestramiento.

El servicio que proporciona un Educador Canino, debe ofrecer la posibilidad de realizar consultas una vez finalizadas las sesiones para intentar satisfacer las necesidades educativas del cliente. La única garantía que se puede exigir es sobre la profesionalidad del trabajo y no sobre lo resultados en el perro, que dependen de múltiples factores cómo nuestra implicación en el aprendizaje de nuestro compañero.

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