
Así, durante su intervención en la Cámara regional, la consejera de Acción Social y Ciudadanía, Carme Capdevila, expresó su satisfacción por "haber sido capaces de llegar a un necesario consenso en torno a la ley" y, por ello, dijo, "nos felicitamos".
Entre las novedades de esta ley, Capdevila destacó el derecho de las personas usuarias de perros de asistencia al acceso, tanto a oficinas como a centros religiosos, museos, establecimientos turísticos, playas o espacios naturales de protección especial.
Además, la ley establece la existencia de un carné identificativo específico que clasifica a los perros de asistencia en distintas tipologías: perro guía, para personas con discapacidad visual o sordociegas; perro de servicio, destinado a personas con discapacidad física; perro de señalización de sonidos, dirigido a personas con discapacidad auditiva; perro de aviso, para personas que sufren enfermedades como epilepsia, diabetes u otras, y perro para personas con trastornos de autismo.
La ley también incluye la creación de un registro de centros y unidades de vinculación, formadas por la persona con discapacidad y el perro especialmente adiestrado para ella, así como la creación en un plazo máximo de dos años de una calificación profesional de adiestramiento de perros de asistencia.